Tenía una idea falsa sobre las redes sociales; las ideas sobre la idea no son lo que yo pensaba: las redes sociales encontraron los brazos de los usuarios de internet abiertos. Falso. Inicialmente iba a comentar en la actual encuesta de Scenebeta (si el tiempo ha pasado, haz clic aquí), pero decidí borrar lo que había escrito y mejor exprimir más el tema en esta entrada. Me parece, pues, muy interesante lo que rezan los datos. Personalmente, esperaba el triunfo de Facebook y Twitter, y no esperaba la añadidura de la opción "Odio las redes sociales", que aparentemente, el autor de la encuesta tampoco, pues fue agregada tras revisar los comentarios en contra. Scenebeta ha abierto oficialmente sus cuentas en Youtube, Facebook y Twitter; meses después aún hay debates internos. Mientras tanto, soy usuario feliz de Twitter y tengo una cuenta muy útil en Facebook. Ahí, pues, los datos previos y el leitmotiv de este tejido.

Quiero dedicarme a imponer, a mis anchas, cánones de uso de estas redes (es mi opinión personal, pues :P). Con eso en mente, comenzaré con uno de los comentarios, probablemente argumentos, más abundantes en la encuesta mentada: Las redes sociales son inútiles, nunca sustituirán las relaciones físicas. Hay verdad en esa afirmación, el problema es un malo enfoque, descontextualización sin duda. Las redes sociales nunca fueron pensadas (admito mi radicalidad e ignorancia, pero también mi suerte de acertar) para sustituir las relaciones humanas del plano cavernario de la realidad. Yo, de hecho, consideraría estúpido que algo como eso sucediera. Y, eternamente en mi opinión, aquel que pretenda sustituir su realidad social con Facebook está en un camino a la oscuridad. El concepto de red social se ha deformado, y no me sorprendería que haya sido menester de radicales anti-tecnología (ideologías puristas, fanático-religiosas, extremo-hippistas).

La tecnología, en su mejor concepción, está pensada para mejorar nuestra vida (que no la vida); ya es otra cosa cómo la perjudica, ale, por eso tengo tendencias hippies-newage. Descabellado es el pensamiento del reemplazo de la sociabilidad. Y, es coherente, con nuestra lente enfocada, considerar a las redes sociales como una extensión de la vida social "real". La situación es similar a la del chat: mi vida sería diferente si no pudiera hablar en tiempo real con los administradores de Scenebeta, ellos en España y yo en México. Incluso en la escuelilla nos enseñan que internet es un medio de comunicación masivo. Y ya que estoy con eso, Scenebeta, ella, la única, la misma, es una red social en menor escala.

Para ir más profundamente y darme a entender con ese pensamiento de la vida social extendida, voy a apoyarme de otro comentario recurrente (no sólo en la encuesta): Sólo suben fotos tuyas sin tu permiso. De nuevo, hay razón en el argumento, y coloco una parte de mí en él. Pero el tema de las fotos es clave: no es casualidad que Facebook lo podamos traducir como El Libro de Caras. He salido a varios viajes con mi generación a hacer servicio social y Facebook ha sido un gran aliado para compartir fotografías; todas las que tengo de esos viajes no las tomé yo, nunca llevo cámara, si no fuera por Caralibro no tendría evidencias de haber hecho horas de servicio.

Twitter tardó en convencerme; quizás por el manejo inicial de su idea: "¿Qué estás haciendo?". Reprocho bastante esa aproximación a las redes sociales. Al leer esa pregunta, Twitter parece moverse al plano de la sustitución social. Sin embargo, el objetivo de Twitter se ha expandido, y por eso decidí unirme. Pasó de tener trinos como "Estoy de compras en Galerías Aulas III" a "¿Los sudafricanos estarán contentos de que Holanda esté en la final a pesar de los recuerdos del apartheid?" Twitter se ha convertido en un medio instantáneo, sencillo y ligero para el periodismo: me he enterado de muchas cosas relevantes por Twitter, y como en el ejemplo anterior he leído ideas bastante interesantes. También es campo fértil para artistas, programadores, literatos, entre otros.

Ahí lancé yo dos pequeños argumentos: ¿hay sustitución de mi vida social? Yo no lo creo. Nunca hubiera creídome capaz de saber lo que hace una banda indie australiana, ni estar en contacto con periodistas pesados. Ahí, lector, está el ejemplo perfecto de que las redes sociales son buenas cuando extienden nuestra vida social.

Ahora, queda por desmenuzar un tema más difícil: El porqué de los datos inesperados en nuestra encuesta, el triunfo en tercer grado de la última opción. De cualquier manera, no pienso encontrar la respuesta, antes me gustaría leer algunas razones consistentes. Por mientras, me aventuro a escupir hipótesis experimentales: yo también odiaba las redes sociales. Aunque al escribir me encuentro ante una muralla mental, no tengo claro porque me causaban repulsión. Una posible razón es mi afán radical de "no ir con las masas", no es lugar aquí para discusiones filosóficas, pero me libre de ese paradigma: si Facebook me ofrece una ventaja con los medios de comunicación porque no unirme. El problema es que esa repulsión irracional a las masas impide aunque sea probar para conocer. Otro motivo más racional es la incapacidad de encontrar utilidad, pero para afirmar que algo no tiene utilidad hay que probarlo en serio; y si no le encuentras alguna utilidad, ya sea mínima, es que, en mi opinión, estás cerrado, o llevas una vida más "tradicional". Me atrevo a decir esto, para invitar a la reflexión.

Hay que pensar, ¿me gusta Youtube?, ¿comparto archivos por la red?, ¿me gusta esta página? Internet, desde un ángulo, es una gran red social. Mi trabajo en Scenebeta, mis programas viejos y caseros, mi conexión con gente en España, Rusia, Estados Unidos, Canadá, mi vida académica serían difíciles sin las redes informáticas sociales. Estaré feliz, si al llegar a estas líneas le tienes menos repulsión a estas conexiones.