Hacía tiempo que no publicaba una entrada en mi blog, pero tras encontrarme con la sorpresa que nuestros queridos compañeros los Administradores de Youtube me han dejado en mi bandeja de entrada, he creído oportuno desahogarme.

Bien sabemos todos el revuelo que se está montando en España con la SGAE, y con la industria musical, que no es capaz de evolucionar y adaptarse a los nuevas formas de distribución de dicho material. Al margen de la genial e innovadora idea del gobierno de solventar sus "pérdidas" añadiéndole un impuesto adicional a los productos digitales, por lo visto hasta por silbar una canción, puedes estar infringiendo una ley sobre los derechos de autor de la canción en cuestión. (aunque de esto último no estoy muy seguro: véase la parodia realizada por José Mota en la reciente noche vieja).

No me enrollo más con cosas que sabéis más que de sobra. El motivo de mi "mosqueo" (permítanme la palabreja) viene por una supuesta violación a la ya mencionada ley contra los derechos de autor, y por consiguiente de la supresión de un video a mi nombre. Muchos de vosotros ya me conocéis. Sabéis a qué me dedico. Puedo calificarme como un músico profesional, con una titulación de 10 años de estudio. Mi "hobby" (entiéndanme  en la situación) es la música, y me lo paso bien haciéndola. Youtube me ofrece un espacio para subir mis creaciones, las cuales me llevan horas y horas de trabajo. Subo canciones, no propias, pero VERSIONADAS Y GRABADAS TOTALMENTE por mí. Con ello quiero decir que no hay ni un solo bitrate, perteneciente a la onda de ninguna canción de cuya autoría soy ajeno. Las considero un tributo a los grupos que me hacen disfrutar de la música que me gusta, y personalmente no considero estar violando ley alguna, en tanto en cuanto ni en las bases de Youtube se contempla ésta situación en concreto. Pero Stage 3 Music, ha notificado que mi video infringía alguna de las supuestas leyes. Parece ser que la SGAE se internacionaliza...

La sociedad actual cada día demuestra que se puede caer más bajo. Y el que tiene dinero, manda. Y si quiere ser músico, es músico (les remito a la actual candidatura a Eurovision de la archiconocida Karmele Marchante). No podemos pretender que haya nueva música, ni nuevos compositores, si la propia industria cierra las puertas a los nuevos músicos que se intentan abrir paso en un mar de obstáculos, (y todo ello sin hablar de la situación económica).

Señores, espero no haberles quitado demasiado tiempo, y entiendan mi situación.

Un cordial saludo, vuestro compañero Loopin ;)

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