Un router (enrutador) es un dispositivo hardware que conecta dos o más redes IP (redes que no comparten segmento de red), si este dispositivo se encarga de proporcionar acceso a una red más extensa para todos los elementos de una red (generalmente una LAN) se le denomina también gateway (o puerta de enlace).

En nuestra configuración típica donde disponemos de un ADSL con router podemos decir que ese dispositivo es el encargado de conectarnos con todo lo que está fuera alcance de nuestra red local (no comparte la máscara de red) en nuestro caso Internet, con lo cual actúan como gateways o puertas de enlace. En realidad los routers que tenemos habitualmente en nuestras casas tienen muchas más funciones que iremos viendo en siguientes capítulos, entre ellas:

• Actúan como servidores DHCP.- Proporcionan configuraciónes IP automáticas a los elementos de nuestra red.
• Actúan como firewalls.- Limitando el acceso externo desde internet a nuestra red.
• Actúan como puentes de red (en el caso de los routers Wifi).- Enlazando  nuestra red inalámbrica con nuestra red cableada.

Si recordáis la entrega anterior cuando configurábamos manualmente un dispositivo especificábamos cual era la IP de su puerta de enlace, en rigor este campo no es necesario en redes aisladas ya que aún careciendo de él o en el caso de que sea incorrecto nuestro dispositivo tendrá acceso al resto de elementos a los que esté físicamente conectado (entendido en el sentido amplio que incluiría conexiones inalámbricas) y con los que comparta rango y máscara.

Por lo general los routers con los que trataremos tendrán dos configuraciones IP completas, una para nuestra red interna (en la que la IP de la puerta de enlace coincidirá con la propia IP interna del router) y otra para Internet (que nos proporcionará casi siempre nuestro proveedor de forma dinámica). Se denomina IP pública (o externa) del router  a la que tiene en Internet y privada (o interna) a la que tiene en nuestra red local. Es habitual que nuestros routers tengan la ip que acaba en “.1” de nuestra rango (o segmento), esto es de dominio público y puede llevar a potenciales problemas de seguridad (sobre todo con routers wifi mal protegidos), pero no es un requisito de validez y podéis cambiarla (siempre que todos los dispositivos de vuestra red estén configurados de forma automática o los reconfiguréis poniendo la nueva puerta de enlace).

Los routers de los que hablamos se encuentran entre los elementos de red más complejos de configurar, por la gran variedad de funciones y opciones que presentan. En el caso típico, para acceder a la configuración de vuestro router bastará con configurar la tarjeta de red del ordenador para que obtenga una IP de forma automática, conectar un cable de red desde vuestro ordenador al router y teclear en vuestro navegador “http://” seguido de la IP de la puerta de enlace (que podéis averiguar tal como mencione en la entrega sobre direcciones IP), llegado este momento casi con toda seguridad el navegador nos pedirá un nombre de usuario y contraseña que suelen venir junto con la documentación de dispositivo. No voy a entrar en detalle en como configurar el router ya que la variedad de casos y pantallas de configuración es enorme… pero si os entra la curiosidad ya sabeís como acceder, eso sí os recomiendo que no modifiquéis nada si no sabéis perfectamente lo que estais haciendo.

RESUMIENDO:

Los routers son dispositivos complejos encargados de interconectar redes, por lo cual tienen más de una configuración IP simultáneamente.  Tocar la configuración de un router es complicado y uno ha de saber muy bien lo que está haciendo.